Sesión dedicada a la apertura de los lados y corazón con trabajo de permanencia sobre manos en suelo y equilibrios de pie, intercalando posturas de recuperación por la dificultad que aportan algunas posiciones para llegar a la fusión final desde Eka pada Adho Mukha a Camatkarasana y equilibrar Vrkasasana en Vasisthasana.
En esta clase la fluidez del vinyasa de Surya Namaskar con variantes va guiando a través de posturas de pie que se focalizan en el fortalecimiento de las piernas y el enraizamiento, elementos clave para llegar a la postura objetivo: Virabhadrasana III (Guerrero III).
Una clase de yoga lunar suave, tranquila y fluida con unos saludos a la Luna con Chandra Namaskar y variantes añadidos como Ardha Chandrasana.. Postura Objetivo: Chandra Namaskar.
Práctica clásica de Surya Namaskar en su versión más tradicional y de la Serie de Rishikesh (sin Sirsâsana ni posturas de equilibrio) en la que se utilizan diferentes soportes y/o adaptaciones según necesidad del alumno
Al utilizar el balón como soporte, aumenta el trabajo de equilibrio y la concentración. En esta clase se tonifican los músculos del abdomen y se benefician las funciones de los organos internos.
Práctica centrada en fortalecer y alargar toda la zona posterior del cuerpo y afianzar la sensación de enraizamiento y equilibrio, con posturas de pie como Virabhadrasana I y III que despiertan actividad y determinación. Postura Objetivo: Virabhadrasana III.
Práctica de Consciencia y precisión en el movimiento, para llegar a las Posturas de Pie, el equilibrio con presencia y finalmente llegar a la postura objetivo de Uttana Padâsana.
En esta clase se pretende focalizar la energía en el centro del cuerpo (core) fortaleciendo su musculatura y repercutiendo en la salud de la espalda y su estabilización. Postura Objetivo: Nâvâsana.
Práctica de Posturas de Pie, Posturas sentadas y Posturas Invertidas, poniendo conciencia en mantener el espacio que el cuello necesita para estar relajado.
En esta clase se pretende mejorar la movilidad articular de la pelvis, así como estirar la musculatura que la rodea. Se afianza la sensación de enraizamiento para mejorar el equilibrio a la vez que se fortalece la musculatura de las piernas.