En esta clase, comenzaremos a construir Natarajâsana desde la raíz, explorando una secuencia progresiva que nace desde el suelo y asciende con solidez y presencia.
Iniciaremos con posturas en tierra que nos ayuden a despertar la conexión interna, enraizando bien los pies y activando el centro.
Iremos incorporando elementos que fortalezcan piernas y tronco, abran el corazón y den movilidad a hombros y caderas, creando un cuerpo disponible para sostener el equilibrio con firmeza y elegancia.
Poco a poco, avanzaremos hacia la expresión completa de la postura del danzarín, encontrando en ella una invitación a danzar con la vida con gracia, ligereza y determinación.
Material necesario: bloque.